Boda en la finca Prados Moros

Elisa e Iván  nos  conocieron en la feria de las 1001bodas.

Fue flechazo a primera vista, ellos se embelesaron con nuestras fotografías y manera de trabajar, y nosotros con su manera  de ser , lo fotogénicos , guapos y la idea de lo bien que podían quedar en cámara.

Como consecuencia de ello comenzó una relación donde cada una de las partes puso toda nuestra la pasión para confabular lo que sería  uno de nuestros memorables reportajes fotográficos.

Probablemente, casi siempre decimos que los espacios ayudan a pulir un buen trabajo, y en esta ocasión Elisa e Iván eligieron sitios  inmejorables.

Desde el apartamento donde vivian (el cual nos recordaba a una famosa serie de los años 90) pasando por los  apartamentos  de  Sabatini (frente al Palacio Real) , la iglesia del Colegio “Sagrado Corazón” en Ferraz  o la inigualable finca Prados Moros donde el impresionante embarcadero hace las delicias de los invitados  y como no, de los fotógrafos.

Sencillez y elegancia

Uno de los consejos que siempre damos a nuestras parejas antes del gran día es que se tranquilicen lo máximo posible.

El truco está en que actúen como si no estuviésemos allí.

Eso mismo hicieron Elisa e Iván como si lo hubiesen estado practicando durante toda la vida.

También con su gente como cuando estábamos con ellos solos, el grado de complicidad  y de amor (ajenos completamente a todo lo que sucedía  a su alrededor) hizo que en algunas ocasiones aflorasen nuestros sentimientos más tiernos.

Por si no hubiese suficientes elementos, ellos decidieron alquilar una furgoneta Volkswagen de los años 80 el complemento ideal para un fantástico reportaje de boda.

Una vez pasados los nervios iniciales, llegaron los invitados, los brindis, las risas la música y el baile.

Donde  juntos y en compañía nos demostraron el nivel de implicación y lo mucho que se quieren.

Como resultado, terminamos este reportaje exhaustos pero contentos.

Ya que cuando una pareja se implica como lo hicieron ellos, sólo te quedan ganas de más …